MONTECRISTI

Brigadas mineras excavan en busca de oro en Montecristi, mientras las autoridades guardan silencio

Por Santiago Ureña Las Vos de la Fronterard.com y ATVRD:COM

En las remotas comunidades de Los Conucos y Judea, en San Fernando de Montecristi, la actividad minera ha generado inquietud entre los habitantes, quienes observan excavaciones profundas que alcanzan más de 10 metros, sin recibir información clara de las autoridades. Las obras, realizadas por brigadas contratadas, buscan una supuesta mina de oro formada por actividad volcánica ancestral, según rumores en la región.

Las excavaciones, que han incluido la colocación de tuberías y el uso de dinamita para romper las rocas, han despertado temores entre los residentes, muchos de los cuales recuerdan un evento trágico en 1988. Ese año, una nube piroclástica, una corriente letal de gases y material volcánico caliente, descendió desde la profundidades de la tirra, causando pánico en la comunidad. Aunque no hubo víctimas mortales, el evento dejó una marca profunda en la memoria colectiva de la población.

Actividad minera sin información oficial
Las labores en la zona, presuntamente dirigidas por la Empresa Minera Dominicana, S.A. (Emidom), no han sido acompañadas de una comunicación formal por parte de la compañía ni del Ministerio de Energía y Minas. Los habitantes de Los Conucos y Judea han expresado su preocupación por los posibles impactos ambientales y sociales de estas operaciones, especialmente ante la falta de claridad sobre los planes y estudios de impacto que deberían acompañar estos proyectos.

A pesar de los trabajos visibles, que incluyen la preparación de cargas explosivas para continuar rompiendo la roca, no ha habido declaraciones públicas que aclaren los fines exactos de estas exploraciones. Algunos locales temen que las detonaciones puedan desencadenar movimientos sísmicos o liberaciones de gases peligrosos, recordando el temor que provocó la nube piroclástica décadas atrás.

Posibles hallazgos de oro y otros minerales
Según fuentes no confirmadas, la zona donde se realizan las excavaciones podría estar asociada con formaciones geológicas volcánicas que contienen oro y otros minerales valiosos. Esto ha incrementado la especulación en la región sobre una posible explotación masiva de los recursos naturales, lo que genera divisiones entre aquellos que ven una oportunidad económica y quienes temen los efectos dañinos en el medio ambiente.

La comunidad local ha exigido más transparencia y un diálogo abierto con las autoridades y la empresa minera. Sin embargo, ni Emidom ni el Ministerio de Energía y Minas han respondido públicamente a las peticiones de información, lo que incrementa la incertidumbre entre los pobladores.

Reacciones y expectativas
Líderes comunitarios y organizaciones locales han comenzado a movilizarse para solicitar una revisión de los permisos y las condiciones bajo las cuales se llevan a cabo las excavaciones. Preocupa el uso de explosivos en áreas cercanas a viviendas y la posibilidad de afectaciones al suministro de agua y otras fuentes naturales.

El futuro de las exploraciones en Los Conucos y Judea permanece en un limbo, mientras los residentes esperan que las autoridades se pronuncien y ofrezcan garantías sobre la seguridad y sostenibilidad del proyecto. Por el momento, la desinformación y el recuerdo de la nube piroclástica de 1988 mantienen a la comunidad en alerta.

El legado de la nube piroclástica de 1988
El evento volcánico de 1988 fue un hecho sin precedentes en la región, cuando una nube piroclástica, similar a las que se producen en grandes erupciones volcánicas, donde subio a la superficies de la tierra sobre las comunidades cercanas a la . Aunque no hubo víctimas fatales, el incidente provocó daños significativos y dejó un trauma colectivo en la población.

La similitud geológica del área actual con las zonas volcánicas que generaron aquel evento ha alimentado aún más el temor entre los residentes de que una actividad minera mal manejada podría reactivar peligros latentes en la zona.

Próximos pasos
Se espera que en los próximos días las autoridades locales y nacionales, junto con Emidom, presenten un informe detallado de las actividades de exploración. Mientras tanto, los residentes de Los Conucos y Judea seguirán exigiendo mayor claridad sobre los trabajos que se están realizando en su territorio, temerosos de que la falta de información y las excavaciones desaten consecuencias imprevisibles en su entorno.

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