MONTECRISTI

Presión migratoria Haití-RD

Por Felipe Mora

Mientras de este lado de la frontera haya mejores oportunidades, y con
condiciones de vida que sobrepasan con creces los estándares de la parte
oeste de la isla, las migraciones de haitianos estarán siempre a la orden del
día. Esa sola situación impone esa práctica.

Así las cosas, En República Dominicana, aún con su democracia
imperfecta, los estándares de sostenibilidad y progreso siempre están y
estarán muy por encima de los de Haití. En una proporción de mucho a
poco.

Una isla poblada por más de 22 millones de personas, con una alta
densidad poblacional de 300 habitantes por kilómetro cuadrado (la de Haití
es de 416 y la de República Dominicana 225 habitantes por km2).

Tomando en cuenta que República Dominicana es reconocida como uno de
los países con mayor índice de crecimiento en toda la región, es de suponer
que la vista de miles de haitianos esté puesta en querer cruzar la frontera.
Habrá presión de cruzar la línea divisoria de la forma en que a ellos se les
pueda facilitar, sin importar los controles establecidos y las masivas
repatriaciones. Tan solo por eso, este es un tema de mucha complicación.
Para donde hay más bienestar, está sobreentendido que para ahí es que hay
que coger.

En Haití las oportunidades son mínimas, o nunca se presentan para
millones de ciudadanos de ese país. Lo dice todo la situación actual en que
transcurre el diario vivir de nuestros vecinos, que pese a todos los pesares
son nuestro segundo socio comercial. Desde acá se les vende más de lo que
se les compra, en volúmenes considerables.

La diáspora haitiana en República Dominicana se calcula sobrepasa el
millón de personas. Hay quienes afirman que esa es una cifra muy
conservadora. Y hay un arma de doble filo con la práctica de las
parturientas que vienen a alumbrar en hospitales de este lado. Solo Haití se
beneficia de ello.

Con todo y eso, la migración desde el oeste aporta enormes ventajas y
ganancias para sectores económicos de primer orden, entiéndase
empresarios, constructores, agricultores, comerciantes, entre otros sectores.

En esas áreas tan dinámicas del acontecer económico, la presencia laboral
haitiana es determinante. Está a la vista de todos. Y en esto hasta se podrá
incluir el turismo.

Según el Banco Mundial, durante los últimos 25 años, República
Dominicana ha experimentado un notable período de sólido crecimiento
económico. Resalta que entre los años 2000 y 2019, el crecimiento de la
economía fue de 5,3 por ciento, en promedio, principalmente, impulsada
por una rápida acumulación de capital y consumo privado. Y para este año
el pronóstico de crecimiento es 5,6%.

Pero en el reverso de la moneda, Haití experimentó un crecimiento
negativo de su PIB de un 0,4% para el año 2022, según datos del Ministerio
de Hacienda de ese país.

Todo esto hace suponer que los más de 390 kilómetros de frontera deben
ser resguardados de este lado, de la mejor forma posible, con un hermético
control de las migraciones, no solo en los cuatro pasos más reconocidos,
sino a todo lo largo de los más de 50 pasos usados por quienes se lucran del
tráfico ilegal.

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